La obesidad en edad adulta, va más allá de un problema estético, es la base para el desarrollo de múltiples enfermedades como la diabetes, hipertensión arterial y apnea obstructiva del sueño; predisponiendo a eventos cardiovasculares (primera causa de mortalidad a nivel mundial), además se asocia a varios tipos de cáncer y mal pronóstico en patología COVID.

El sobrepeso y la obesidad infantil, están subestimados en nuestro entorno, ya que culturalmente creemos que un niño “gordito” es un niño saludable. Es importante conocer que estos niños también pueden desarrollar enfermedades como diabetes e hipertensión arterial, así como alteraciones en su crecimiento y desarrollo.

Las mujeres con obesidad en edad fértil, presentan dificultad en la concepción y condiciona a un embarazo de alto riesgo. Por tal razón, es importante optimizar el control del peso previo a la gestación y mantener una ganancia progresiva de acuerdo al trimestre de gestación para evitar complicaciones.

Los pacientes de la tercera edad con obesidad, están expuestos a mayor prevalencia de enfermedades cardiovasculares; presentan importante dificultad en la deambulación con mayor riesgo de caídas y fracturas, además de un deterioro cognitivo acelerado. Estas múltiples patologías y tratamientos complican el cuidado del paciente.

El pilar del tratamiento de la obesidad, son los cambios en el estilo de vida, adoptando nuevas normas de alimentación, rutina de actividad física y buen hábito del sueño. Existen también opciones farmacológicas y quirúrgicas.